La historia ocurrió en el siglo XII, en el pueblo de Woolpit, en Suffolk, Inglaterra. Según relatos recogidos por los cronistas medievales Ralph de Coggeshall y William de Newburgh, dos niños, un hermano y una hermana, aparecieron de forma repentina cerca de las fosas de lobo del pueblo, de ahí el nombre Woolpit ("Wolf Pits").

Características inusuales:

• Piel verdosa: Los niños tenían un extraño tono verdoso en la piel, lo que los hacía aún más desconcertantes para los aldeanos.

• Vestimenta inusual: Su ropa era de un tejido desconocido y de estilo completamente distinto al de la época.

Idioma extraño: Hablaban un idioma incomprensible para los aldeanos, lo que dificultó la comunicación inicial.

Los niños fueron llevados al hogar de Sir Richard de Calne, quien intentó cuidarlos. Sin embargo, al principio, se negaron a comer cualquier alimento que les ofrecieran, hasta que encontraron habas frescas, las cuales consumieron vorazmente.

Con el tiempo, los niños se adaptaron a la dieta local, y su piel fue perdiendo el color verde. La niña sobrevivió y aprendió inglés, mientras que el niño falleció poco después.

El testimonio de la niña

Una vez que pudo comunicarse, la niña contó una historia aún más extraña: Provenían de un lugar llamado "la Tierra de San Martín", donde nunca había sol, solo un crepúsculo eterno.

En su mundo, todo tenía un brillo verdoso. Según su relato, ellos estaban cuidando ganado cuando escucharon un fuerte ruido y, al seguirlo, terminaron en Woolpit.

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